Os dejo este artículo del Blog "Ad Montem", me parece muy adecuado ...
En toda la polémica que se crea alrededor de
los accidentes producidos en la práctica de actividades en la naturaleza
(principal, aunque no exclusivamente los de montaña) suele hacerse referencia a
una serie de conceptos (gratuidad, profesionalidad, seguros, formación, ...)
pero raramente se hace hincapie en un hecho fundamental: se trata de un SERVICIO
PÚBLICO.
Jurídicamente el concepto de Servicio Público
tiene su origen en Francia a principios del siglo XX, y tiene en Leon Duguit su
principal valedor al considerar que la misma prestación del servicio público es
la que da legitimidad al poder del estado. Hoy se podrían definir los servicios
públicos como la satisfacción de forma regular y continua de necesidades de
interés general por parte de los poderes públicos.
Buena parte de las criticas hacia los rescates,
y un argumento usado en pro del cobro de los mismos, radica precisamente en la
excusa de que no se resuelven problemas de interés general sino que los grupos
de rescate " se juegan la vida para salvar a unos locos que se han buscado lo
que les pase". Esta desde luego es una visión muy interesada, simplista y con
escasa altura de miras.
Recientemente he pasado unos días en el Valle
de Benasque y me ha dado que pensar el hecho de que practicamente todos los días
haya salido el helicóptero del Greim a hacer rescates. Hay que recordar que en
estas fechas estivales la provincia de Huesca, debido al altisimo numero de
rescates que se producen, cuenta con un helicóptero "extra" con base en Benasque
añadido a la unidad que hay continuamente con base en la capital oscense. La
reflexión a la que me ha llevado esta situación es ¿Habria tanto turismo de
montaña si no existiera este servicio con carácter público? o dicho de otra
manera ¿Afecta el cobro de los rescates al turismo?
Me explico; Es evidente el auge que desde hace
uno años vienen teniendo los deportes practicados en la naturaleza, desde los
mas tradicionales como el senderismo hasta los mas osados como el salto base o
el wingsuit. Estas practicas se han desarrollado por una serie muy variada de
razones (búsqueda de nuevas sensaciones y superación de límites, hastío de las
ciudades, stress laboral, desarrollo de nuevos materiales, moda,...) y cada uno
va buscando el terreno en el que disfruta, sobrepasando o no su zona de confort.
Este desarrollo ha llevado aparejado la necesidad de la creación de
infraestructuras, equipamientos y servicios adaptados a la demanda. De este modo
se crean o mejoran carreteras, pistas y senderos, se renuevan y aumentan las
estructuras turísticas, aumentan las guias especializadas (barrancos, escalada,
excursiones, familias, ...); e incluso en determinado momento se ve desde los
poderes públicos necesaria la creación de cuerpos de rescate especializados
profesionales, la evolución posterior ha sido su desarrollo autonómico y en
algunos casos la creación de tasas que permiten el cobro en algunos supuestos
(aquí, aquí y aquí).
Dado lo reciente (y poco aplicado) de estas
normativas es pronto para valorar su impacto en el turismo. Aunque si es cierto
que ya hay un impacto directo en la manera de tratar con los rescatadores,
puesto que se retarda la petición de auxilio e incluso se han dado casos de
gente que se esconde ante la llegada de los rescatadores por el miedo a un
posible cobro.
La reflexión me acabó llevando hasta la Meca
del alpinismo europeo... ¿que ocurre en Francia con los rescates?. Cualquiera
que haya estado en Chamonix lo sabe bien: el helicóptero vuela constantemente en
labores de prevención y rescate. Probablemente se pierde algo de épica, pero no
deja de ser algo reconfortante saber que el PGHM esta ahí. Y que quede claro,
este servicio es estatal y totalmente gratuito. Quizás el "cobro" lo hacen en
los teleféricos, bares, restaurantes, tiendas y autopistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario