Comienza nuestro fin de semana de verano, con intención de machacar el cuerpo y liberar la mente, pero sobretodo buscando disfrutar de un entorno inigualable y una compañía insuperable.
En esta ocasión nos separamos en dos grupos, Roberto, Juan, Ignacio y yo, pasaremos la noche del jueves en el Refugio de San Nicolás de Bujaruelo, para el día siguiente realizar la ruta que nos llevará al Refugio de Góriz, pasando por la Brecha de Rolando. Y por otro lado, Isidro y José, que saldrán el mismo viernes temprano para ascender a Góriz, desde el aparcamiento de Torla.
Si no tenemos ningún problema, el viernes dormiremos todos juntos en el Refugio, para el sábado intentar ascender Monte Perdido.
Por desgracia Juan Carlos, por motivos de trabajo, no nos puede acompañar, pero nos quedan muchas batallas en su compañía.
RUTA PRIMER DIA BUJARUELO-BRECHA DE ROLANDO-GÓRIZ 12/07/2013
Llegamos al Refugio de San Nicolás de Bujaruelo el jueves día 11 de Julio a las 20.00, nos reciben unos frescos 14º, que no está nada mal para los 34º que hemos dejado en Zaragoza, después de ver nuestra estupenda habitación para cuatro personas con baño incluido, y descargar nuestras mochilas, nos tomamos esas maravillosas jarras heladas, un estupendo comienzo del fin de semana montañero que nos espera.
Nos acostamos temprano, nos esperan dos días muy duros, y las semana de trabajo nos pesa en los ojos, soñamos despiertos, y nos dormimos ilusionados con lo que está por venir.
La mañana se presenta espléndida, y después del desayuno y los preparativos partimos del Refugio a las 7:30 horas.
Atravesamos el río Ara, cruzando el Puente de los Peregrinos, y en seguida cogemos una senda muy bien definida, que con una pendiente prolongada nos calienta rápidamente las piernas.
Sin prácticamente darnos cuenta, y elevando la vista atrás, vemos el Valle de Otal, que nos conduce a nuestro primer punto de referencia, el Puerto de Bujaruelo.
Después 1 hora y 30 minutos de duro ascenso, cruzamos de nuevo el Río Ara, que a estas alturas tendría que ser un simple riachuelo, pero con este año de lluvias y nieve, pasamos ciertos apuros para poder cruzarlo.
En este punto cometemos el error que a la postre nos retrasaría en mas de 1 hora, una vez cruzado el río deberíamos haber remontado su curso, pero decidimos tomar dirección contraria.
Después de un tiempo en el que dejamos de ver marcas de referencia, llegamos a un valle cerrado conocido como los Prados de Sandaruelo, donde su único paso es acometer un duro ascenso de unos 100 metros de desnivel, alcanzando un collado que nos descubrirá un hermoso paraje.
Prueba clara de que no es un sitio habitual de paso, descubrimos un grupo de Sarrios cruzando unos neveros a toda velocidad, por unas pendientes que nosotros con crampones no nos lo llegaríamos ni a plantear.
Al alcanzar el collado, giramos bruscamente a la derecha y descubrimos un precioso Ibón (Ibón de Bernatuara), bonito sitio para tomar nuestro primer bocado, y descansar un poco las piernas, ya son 2 horas 30 minutos sin descanso.
Después de unas cuantas fotos , retomamos el paso, en seguida alcanzamos el punto mas alto desde donde divisamos a un lado el Ibón y al otro todo el puerto de Bujaruelo (2.273 metros), con las vistas de la carretera, que desde Francia tiene su acceso más rápido.
El camino se complica, ya llevamos 4 horas sin apenas descanso y nos introducimos en el Glaciar del Taillón, el estado de la nieve nos permite continuar sin crampones, pero las piernas empiezan a pesar, el calor aprieta, y la pendiente aumenta en porcentaje.
De repente al alcanzar el Collado de Sarradets, todo merece la pena, el esfuerzo, el calor, las rozaduras, ante nosotros aparece una vista primorosa del Circo de Gavarnie, con su impresionante cascada al fondo, pocas vistas son tan espectaculares como esta.
Ya nos encontramos en el Refugio de Sarradets, ante nosotros toda la base nevada de la Brecha de Rolando, llega el momento de colocarse los crampones, sería un riesgo inútil continuar sin ellos.
Ignacio se adelanta, empieza a sentir que sus fuerzas flaquean, le sigo yo, y finalmente Juan y Roberto por detrás, en aproximadamente 30 minutos estamos en la Brecha de Rolando (2.807 metros), mítico y precioso lugar que un buen montañero no debería perderse.
Son ya las 14.30 horas, llevamos 7 horas de camino, decidimos con buen criterio no intentar el ascenso al Taillón, es demasiado tarde, aún nos quedan 4 largas horas y las nubes empiezan a darnos el primer aviso de tormenta.
Tomamos un bocata bien merecido y continuamos la marcha, nada mas salir aparece ante nosotros una duda, tomar dirección al paso de los Sarrios o bajar hacia el Collado del Descargador, hay mucha nieve para estas fechas, y verdaderamente el paso de los Sarrios se hace complicado, es una zona muy estrecha que con los crampones se hace mas dificultoso, con lo cual, tomamos dirección hacia el collado.
El cielo cada vez esta mas cubierto, y en apenas 1 hora llegamos a la Gruta helada de Casterets, descubierta por Norbert Casterets en Junio de 1926, un lugar con un encanto especial, cobijo de muchos hombres a lo largo de la historia, y tal como se esta poniendo la tarde nos podría sacar de algún apuro.
No podemos perder mucho mas tiempo, tenemos que estar en el Refugio de Goriz antes de las 19.00 horas, si no corremos el peligro de quedarnos sin cena, y eso tal como están nuestros cuerpos sería todo un drama.
Nos encaminamos hacia el Collado de Millaris, Roberto e Ignacio deciden continuar por la ladera de su cresta, Juan y yo bajamos a los llanos, nos vienen bien un poco de zona llana para nuestras piernas, aunque en ocasiones la nieve, demasiado blando nos impide un paso cómodo.
Alcanzamos la Faja Luenga, ya divisamos el Circo de Góriz, y llegan las primeras gotas, y después de 10 horas de duro camino, necesitamos reposar para el día siguiente.
Unos amigos algo vergonzosos nos alegran el recorrido.
Atravesamos el barranco de Soaso, aparecen la primeras vistas de las tres Soroes (Monte Perdido, Cilindro de Marboré y Pico Añisclo), comienza a llover fuerte, ya divisamos a lo lejos el Refugio.
Por fin y despues de 11 largas horas llegamos al Refugio de Góriz, ha sido duro, muy duro, pero bello, bellísimo. Mañana será otro día, otro día muy duro.
Que fotos más bonitas y muy bien contado. El recuerdo que más se va a quedar grabado en mi mente es el de las últimas horas, andando por esos falsos llanos por encima de los 2000m de altura, camino a Goriz, donde las distancias son gigantescas y la soledad y el silencio inquietan tanto.
ResponderEliminarLas fotos chulisimas"algunas son mias"jejeje.El relato fantastico,yo me quedo con todo el paisaje y las vistas magnificas aun estando cansado,creo que al ser todo tan chulo se te hace todo mas llevadero y sobre todo la magnifica compañia..
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